sábado, 18 de julio de 2009

Agricultura Tradicional

Agricultura tradicional
Alrededor del 60% de la tierra cultivada del mundo todavía se explota mediante métodos tradicionales y de subsistencia (Ruthenberg 1971). Este tipo de agricultura se ha beneficiado gracias a siglos de evolución cultural y biológica, mediante lo cual se ha adaptado a las condiciones locales (Egger 1981). Así, los pequeños agricultores han creado y/o heredado sistemas complejos de agricultura que, durante siglos, los han ayudado a satisfacer sus necesidades de subsistencia, incluso bajo condiciones ambientales adversas (en suelos marginales, en áreas secas o de fácil inundación, con pocos recursos) sin depender de la mecanización o de los fertilizantes y pesticidas químicos. Generalmente, dichos sistemas agrícolas consisten en una combinación de actividades de producción y de consumo
La mayoría de los pequeños agricultores han empleado prácticas diseñadas para optimizar la productividad en el largo plazo, en vez de aumentarla al máximo en un corto plazo (Gliessman et al. 1981). Los insumos, por lo general, se originan en la región inmediata y el trabajo agrícola es realizado por seres humanos o animales quese abastecen de energía proveniente de fuentes locales. Trabajar con esta energía y con este tipo de restricciones ha hecho que los pequeños agricultores aprendan a reconocer y a utilizar los recursos que existen en su región (Wilken 1977). Los agricultores tradicionales son mucho más innovadores que lo que creen los especialistas. En realidad, las comparaciones de productividad entre la Revolución Verde y los sistemas agrícolas tradicionales han sido parciales y poco justas ya que ignoran el hecho que los agricultores tradicionales valoran la totalidad del sistema productivo agrícola y no sólo los rendimientos de un solo cultivo como es el caso del sistema de la Revolución Verde
Muchos científicos de los países desarrollados están comenzando a mostrar interés en la agricultura tradicional, especialmente en los sistemas diversificados de pequeña escala, buscando formas para remediar las deficiencias de la agricultura moderna.
Sin embargo, este traspaso de aprendizaje se debe dar rápidamente o esta riqueza del conocimiento tradicional práctico se perderá para siempre.
Características ecológicas de la agricultura tradicional
Muchas prácticas agrícolas, que una vez fueron consideradas como primitivas o erradas, se reconocen hoy como modernas y apropiadas por los investigadores. Debido a los problemas específicos de pendiente, inundaciones, sequías, plagas, enfermedades y poca fertilidad del suelo, pequeños agricultores de todo el mundo, han creado sistemas únicos de manejo para superar estas limitaciones. Los agricultores tradicionales han superado las limitaciones ambientales de sus sistemas de producción de alimentos, concentrándose en algunos procesos y principios (Knight 1980):
Continuidad y diversidad espacial y temporal. Se adoptan diseños múltiples de cultivo para asegurar una producción constante de alimentos y una cubierta vegetal para la protección del suelo. Al asegurar un abastecimiento de alimentos regular y diverso, se puede garantizar una dieta variada y adecuada en cuanto a la nutrición.
Una cosecha extensa de cultivos reduce la necesidad de almacenamiento a menudo, peligrosa en climas lluviosos. Una secuencia continua de cultivos también mantiene las relaciones bióticas (relación depredador/ presa, fijación del nitrógeno) que podrían beneficiar al agricultor.
Uso óptimo del espacio y los recursos. Un conjunto de plantas con diferentes hábitos de crecimiento, doseles y estructuras radiculares permiten un mejor uso de los insumos ambientales tales como nutrientes, agua y radiación solar. La combinación de cultivos permite utilizar al máximo un determinado ambiente. En los sistemas complejos agroforestales, se puede cultivar por debajo de la copa de los árboles, si es que penetra suficiente luz.
Reciclaje de los nutrientes. Los pequeños agricultores sustentan la fertilidad del suelo, manteniendo ciclos cerrados de nutrientes, energía, agua y desechos. Así, muchos agricultores enriquecen sus suelos con la recolección de nutrientes (tales como abono y humus de los bosques) que provienen de fuera de sus campos, adoptando sistemas de barbecho o de rotación o incluyendo leguminosas en sus patrones de cultivo intercalado.
Conservación del agua. En las áreas de secano, el régimen de lluvias es el determinante principal del sistema de cultivo y, por este motivo, los agricultores utilizan sistemas de cultivo según la cantidad y distribución de las lluvias. De este modo, en las áreas con poca humedad, los agricultores prefieren cultivos resistentes a la sequía (como Cajanus, camote, yuca, mijo y sorgo) y las técnicas de manejo ponen énfasis en la cubierta del suelo (como la aplicación de mulch) para evitar la evaporación y el escurrimiento. En los lugares en donde las precipitaciones son más de 1.500 mm/año, la mayoría de los sistemas de cultivo se basan en el arroz. En el caso de inundaciones constantes, los agricultores, en vez de invertir en costosos sistemas de drenaje, crean sistemas integrados de agricultura/acuicultura, como las chinampas en México Central.
Control de la sucesión y protección de los cultivos. Los agricultores han creado diversas estrategias para combatir con éxito a los organismos indeseados. Mezclas de cultivos y combinaciones de variedades protegen contra los catastróficos ataques de las enfermedades y plagas. Los doseles de los cultivos pueden inhibir el crecimiento de las malezas y reducir al mínimo la necesidad de controlarlas. Además, las prácticas de cultivo como la aplicación de mulch, los cambios en la durabilidad y las épocas de siembra, el uso de variedades resistentes y el uso de insecticidas botánicos y/o repelentes, pueden reducir al mínimo la interferencia de las plagas.
Ventajas de la diversidad de los cultivos
Quizás, una de las características más sorprendentes de los sistemas tradicionales agrícolas en la mayoría de los países en desarrollo, es el grado de diversidad de los cultivostanto en el tiempo como en el espacio. Esta diversidad se logra mediante el uso de sistemas de cultivos múltiples, es decir, policultivos. Por ejemplo, en las zonas tropicales de América Latina, el 60% del maíz se cultiva junto con otras especies.
El policultivo es una estrategia tradicional para promover la generación de una dieta diversa, la estabilidad de la producción, la reducción de los riesgos al mínimo, la disminución de la incidencia de los insectos y las enfermedades, el uso eficaz de la mano de obra, la intensificación de la producción con recursos limitados y aumento máximo de la rentabilidad con bajos niveles de tecnología (Francis et al. 1976,
Harwood 1979a). Los sistemas de policultivo ofrecen muchas ventajas sobre la agricultura basada en el monocultivo, que se practica en los países modernos, como se demuestra a continuación (Ruthenberg 1971; Altieri 1983; Francis 1986):
Rendimiento. El rendimiento total por hectárea, por lo general, es mayor que la producción de un cultivo exclusivo, incluso cuando se reduce la producción de los componentes individuales. Esta ventaja en el rendimiento generalmente se expresa como el índice equivalente del uso de la tierra (LER), que expresa el área de monocultivo que se necesita para rendir la misma cantidad que una hectárea de policultivo, utilizando la misma población de plantas. Si el LER es mayor que uno, el policultivo sobreproduce. Muchas de las asociaciones maíz/frijol y las triculturas maíz/frijol/ zapallo que han sido estudiadas son ejemplos de policultivos que se sobreproducen.
Utilización eficaz de los recursos. Las combinaciones tienen como resultado una utilización más eficaz de la luz, el agua y los nutrientes por parte de las plantas de diferentes alturas, estructura de doseles y necesidad de nutrientes. Se dice que las combinaciones de cultivo intercalado de larga duración tienen una ventaja cuando los nutrientes son limitados. De este modo, en los policultivos que combinan cultivos perennes y anuales, los minerales perdidos por los anuales son absorbidos rápidamente por los perennes. Por otra parte, la tendencia que tienen ciertos cultivos de «robar» nutrientes es contrarrestada por la enriquecedora adición de materia orgánica al suelo por parte de otros cultivos (como las leguminosas) que forman parte de la combinación.
Disponibilidad de nitrógeno. En las combinaciones cereal/leguminosa, el nitrógeno fijado proveniente de la leguminosa está disponible para el cereal, lo que mejora la calidad nutricional de la combinación. El maíz y los frijoles se complementan entre sí esencialmente respecto a los aminoácidos.
Disminución de las enfermedades y plagas. Las enfermedades y plagas no se pueden expandir tan rápidamente en las combinaciones debido a la susceptibilidad diferencial de las plagas y agentes patógenos y debido a la gran cantidad y eficacia de los enemigos naturales. En el Sudeste de Asia, por ejemplo, el maíz que crece en hileras distantes, dos o tres metros, y se cultiva intercaladamente con soya, maní, arroz de montaña y frijol mung, casi no presenta mildeu velloso, que normalmente, es una de las principales enfermedades del maíz. Al igual que en dicha parte del Asia, en Costa Rica, el virus clorótico y el mosaico del caupí afectan en menor grado al caupí cultivado en forma intercalada con yuca que a los monocultivos de caupí (Altieri y Liebman 1986). Los sistemas de cultivo diversificado pueden aumentar las oportunidades para los enemigos naturales y, en consecuencia, mejorar el control biológico de las plagas. Dos tercios de los estudios relacionados con los efectos que tiene la diversidad de los cultivos en las plagas de insectos mostraron que los insectos plagas disminuyeron en los sistemas diversificados en comparación con el monocultivo correspondiente. En muchos casos, esto se debió a la abundancia y eficacia de los enemigos naturales. El pulgón de la col, la pulguilla, la polilla de la col, los gusanos del tomate y del maíz son insectos plagas que se pueden regular con combinaciones específicas de cultivos (Altieri y Letourneau 1982).
Disminución de malezas. La sombra proporcionada por los doseles de los cultivos complejos ayudan a inhibir las malezas, reduciendo, así, la necesidad y el costo que implica el manejo de las malezas. En Las Filipinas, las malezas sensibles a la sombra como el coquito y la Imperata cylindrica pueden ser totalmente eliminadas por una combinación como maíz/frijol mung, que intercepta el 90% de la luz después de 50 días de crecimiento.
Seguro contra la pérdida de un cultivo. Los policultivos aseguran contra la pérdida de un cultivo, especialmente en las áreas propensas a heladas, inundaciones y sequías. De este modo, cuando uno de los cultivos que forma parte de una combinación sufre un daño a principios de la temporada de crecimiento, los otros cultivos pueden compensar la pérdida. Por ejemplo, en las regiones montañosas de Tlaxcala, México, los agricultores cultivan el maíz en forma intercalada con habas, ya que el haba sobrevive a las heladas, mientras que el maíz no lo hace.
Otras ventajas. Los policultivos proporcionan una cubierta eficaz del suelo y reducen la pérdida de humedad de éste. Los cultivos mixtos aumentan las oportunidades para la comercialización y aseguran un abastecimiento parejo de una gama de productos sin tener que invertir mucho en almacenamiento, aumentando así el éxito en la comercialización. Las combinaciones distribuyen los costos de la mano de obra más equitativamente durante la época de cultivo y, por lo general, proporcionan una utilidad neta mayor por mano de obra empleada, especialmente durante los períodos de escasez de esta última. Los policultivos también pueden mejorar la dieta local:
500 gramos de maíz y 100 gramos de frijoles negros al día proporcionan alrededor de 2.118 calorías y 68 gramos de proteínas diarias.

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